La Alhambra.
La Alhambra es nuestra seña de identidad mundial. Nuestro “skyline” reconocible desde cualquier punto de la ciudad. Siempre imponente y soberbia. Llena de belleza y misterio. Pero a veces su conjunto monumetal nos ensombrece, nos conforma y a pesar de que es amada por los granadinos, muy pocos son los que conocen su trascendencia, provecho y repercusión.
En la parte Este del espacio se proyectó un lugar de acceso, confort, acogida, recepción e información para los visitantes a la ciudadela, Proyecto Atrio. Un punto previo internacional que hiciera la función de gran puerta de entrada, de Puerta Nueva.
Proyecto Atrio
Este proyecto ganado en Concurso Internacional de Ideas por el arquitecto portugués Alvaro Siza Vieira y el granadino Juan Domingos Santos, está expuesto en la cripta del Palacio de Carlos V desde el 9 de febrero hasta el 19 de abril para quien esté interesado en conocer y profundizar sobre el tema que está, por otro lado, siento tan polémico a nivel político.
Cuando nos acercamos hasta el proyecto en dibujos y maquetas no nos extraña esa visión sobria y austera de volúmenes insertados en el paisaje. Grandes cuerpos que no sobresalen en demasía de la cota de la calle pero que tienen perspectiva desde diversos puntos del monumento.
Siza y Santos plantéan, a modo de puzzle, dos módulos diferentes. En diferente cota apoyándose en el terreno y haciéndolos partícipes de la topografía propia del lugar.
Distribución.
El primero de ellos, y que está por encima del otro, es una U donde se disponen los distintos patios de acceso que reunirán al público ofreciéndoles los primeros servicios. Sus muros son ciegos, apenas sin vanos, limpios; sus caminos interiores son espacios amplios, sus pasillos son “calles” en recodo y sus escaleras, mecánicas, están ubicadas en los muros laterales internos. La filosofía es por tanto de influencia árabe pero llevada a la contemporaneidad.
En la gran explanada y plataforma mirador a la Alhambra de agua y jardín, estará dispuesta la cafetería-restaurante, es un espacio limpio.
El otro módulo, cuyo protagonista será el impluvium, colocado a modo de estanque, nos traslada al patio de los Arrayanes del propio monumento. En esta ocasión, dicho volúmen gana espacio al terreno metiéndose, literalemente, en él teniendo la cota por debajo del nivel de la calle.
Este segundo espacio será la zona interior pública y privada en la que se ubicarán las distinas salas como: la de reuniones, los espacios de descanso, parte de la cafeteria, la librería, la tienda, la zona de tickets, los aseos, los despachos privados, las cocinas que tienen acceso directo al aparcamiento… En esta ocasión la luz será cenital volviendo, a nuestro recuerdo, la Alhambra y se une a él en altitud y conexión.
Atrio de la Alhambra.
El proyecto Atrio, denominado por los arquitectos Puerta Nueva pero conocido por el nombre del concurso: Atrio de la Alhambra, es una vuelta al edificio nazarí pero sin sobresalir en importancia. El uso de las masas en conexión aparentemente sin sentido, los accesos interiores laberínticos, el uso estrecho de las escaleras, los muros exteriores limpios. Al igual que la importancia del agua, de la perspectiva, de las pendientes… son conceptos llevados al extremo en esta idea que debe mantener la unión entre ella, el monumento y la ciudad.
La Alhambra es Granada y Granada es la Alhambra. Fundirlas es una obligación que nos compete a todos. El visitante debe entender que una no es nada sin la otra y vicerversa. Que ambas son únicas en su belleza pero entendidas en su contexto y no de manera aislada, es la única forma de comprender también su grandeza. Los granadinos debemos ser los mejores embajadores de nuestra ciudad y el conocer nuestro patrimonio se convierte en nuestra obligación.
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