Sánchez Cotán.
La parte de la arquitectura que separa los espacios de una iglesia monacal, se llama diafragma.
Este, concretamente, tiene dos lienzos del cartujo y pintor Sánchez Cotán que son una auténtica maravilla. Es una puerta realizada en taracea con dos lienzos de muro en madera policromada y muy decorada. Divide los espacios entre los monjes y los legos. Su umbral se cerraba en función de las necesidades y se oficiaba misa para el pueblo sin el requisito de abrir toda la puerta.
Los cuerpos se separan en la tierra pero son unidos en el cielo, de ahí que las bóvedas del techo sea contínuas y exactas hasta llegar al presbiterio. El lenguaje iconográfico y simbólico es un discurso teológico de primera magnitud. Saber leerlo para comprender la profundidad de la iglesia. ¿Por qué la vida cartuja es tan austera y sobria y sus iglesias tan ricamente decoradas?…
Sánchez Cotán fue un pintor español, discípulo de Blas de Prado e influido por algunos artistas que trabajaron en El Escorial, como Luca Cambiaso o Juan Fernández Navarrete. Trabajó en Toledo, donde contó con una importante clientela, hasta que en 1603 decidió ingresar como hermano lego en la Cartuja, una de las órdenes religiosas de más estricta observancia. Estableciéndose en Granada hasta su fallecimiento el 8 de septiembre de 1627, fiesta de la Natividad de la Virgen. El mismo día que según subrayaba Antonio Palomino, había profesado como cartujo en 1604.
El grueso de su obra lo constituyen las pinturas de asunto religioso, destacando las muy numerosas que realizó para su cartuja de Granada. Cultivó también el retrato y el paisaje, pero es célebre por sus bodegones.